lunes, 1 de septiembre de 2014

Kung Fu Panda, ¡caca!


   Antes de que el título de la entrada lleve a equivocación quiero exponer que en esta entrada no quiero menospreciar ni al personaje ni a la película, de hecho ni siquiera voy a hablar de ello, de hecho, ni siquiera voy a hablar de cine.

   La susodicha expresión la oí de una niña durante el transcurso de una comida en casa de una amiga, y me dio que pensar, sí, a veces la expresión más absurda despierta en mí corrientes de pensamiento totalmente ajenas a ella pero intrincadas, en esta ocasión me hizo reflexionar sobre el humor y qué es lo que hace gracia a la gente, también sobre la relación de ese sentido del humor con las diferentes personalidades.

  La niña en cuestión pronunció la frase sin venir a cuento y rompió a reír de inmediato con una sonora carcajada, por lo que deduje que le había parecido graciosísimo.

  Siempre me interesó mucho el tema del humor, recuerdo de pequeño que para mí lo más gracioso del mundo era el humor escatológico, con esas palabras que yo tenía vetadas por ser un niño, también tenía mis preferencias en cuanto a los humoristas que veíamos en la tele, me hartaba de reír con Arévalo y sus chistes de gangosos, cosa que ahora me da bastante vergüenza ajena, el de la serrería era de mis favoritos.



  Tengo que reconocer que tuve mucha suerte en mi infancia con la calidad de humoristas que me tocó disfrutar, viví la época en que Martes y 13 eran todavía tres, disfruté de Tip y Coll, Gila, de Eugenio, de No Te Rías Que Es Peor con su gran elenco de participantes, por ejemplo El Gran Barragán, Pedro Reyes...



  Pero sobre todo disfruté del Un, Dos, Tres... y de La Bola de Cristal, donde descubrí a Pablo Carbonell y a Faemino y Cansado, todavía referentes del humor para mí.  



  A medida que fui madurando, descubrí que mi sentido del humor era básicamente absurdo, y dado el aburrimiento que me producían los humoristas actuales, me dediqué a indagar en búsqueda de algo que me provocase la risa como cuando era pequeño, y descubrí muchas cosas, quizás demasiadas para un solo post.

  Con la llegada de internet, esa búsqueda se hizo más fácil, pero a la vez más extensa ya que ahora las posibilidades aparecían por todo el mundo, así que mejor ir por partes, ya que prefiero dedicar una entrada a mis cómicos favoritos de cine, otra a los monologuistas, programas de televisión y de otros medios.

  Hasta la próxima.