viernes, 4 de julio de 2014

¿Se la meto en la cocina, señora?




   Esta noche, entre otras cosas he soñado con bombonas de butano y hoy me ha dado por reflexionar sobre esto. Me he puesto a indagar por la red y he averiguado que la bombona de butano lleva ya más de 50 años entre nosotros, ha habido modificaciones y nuevos diseños, pero hoy le quiero dedicar la entrada a la de toda la vida, la de 12,5Kg.

    Ahora algo de información para demostrar que este blog es didáctico a la par que entretenido.




   Para los que quieran ampliar información, aquí os dejo un enlace con la historia del butano en España

   No sé si es por el color naranja, que me encanta, pero hay que reconocer que este modelo se ha convertido en todo un icono cultural, seguro que cuando leísteis "bombona de butano" pensásteis justo en este modelo y no otro.

   Con la llegada del gas natural y las cocinas eléctricas, la figura del butanero ha cambiado mucho desde los años 80, época en la que la frase que da título a esta entrada, desde mito erótico del cine de destape, tema recurrente en el porno amateur y protagonista de miles de chistes verdes, a los inmigrantes que hoy en día recorren las ciudades con su carrito de bombonas. 



   Pero sobre todo, la figura del butanero siempre se ha tomado con mucho humor, humor picante que ahora nos resulta tan inocente pero que para nuestros abuelos era casi pornográfico.


   Aquí os dejo un cortometraje que el gran Javier Fesser estrenó en 1995, antes de alcanzar la fama con El Milagro de P.Tinto, ambos con varias referencias a nuestra protagonista, la bombona de butano de color naranja, que lo disfrutéis, me voy a la gasolinera a buscar butano.

"El SECDLETO DE LA TLOMPETA" de JAVIER FESSER (1995)




   

No hay comentarios:

Publicar un comentario